LA PEDAGOGíA DEL AMOR
“Aplicar la pedagogía del amor es la mejor forma de educar” Alexander Ortiz
Educar con amor es, ante todo, tomar al infante como un ser humano; un ser humano que merece el mismo cariño y el mismo respeto que toda persona adulta.
Educar con amor es pensar que el educando ya crecido no viene a nosotros/as vacío/a. Es pensar que lleva algo ya escrito en su mente: ideas y emociones. Es respetar ambas cosas.
Es tener en cuenta que nuestro/a niño/a también tiene un cerebro que le permite generar ideas y sentir. No hay que centrarse meramente en la educación intelectual, ni tampoco exclusivamente en la sentimental. Educar en ambas cosas a la vez es posible.
Educar con amor es permitir moverse al infante. Es permitirle satisfacer su curiosidad y explorar el mundo, cual arqueólogo/a adentrándose en un nuevo mundo lleno de tesoros aún por descubrir.
Educar con amor no es amarrar a nuestro educando. No es tejer una cadena, ni siquiera lazos. Es construir un puente que nos permita estar en contacto, al mismo tiempo que nos permite ser tú y yo por separado.
Educar con amor consiste en desear lo mejor para nuestro educando y aceptarlo tal y como es, sin pretender cambiarle para nuestro propio gusto, ni utilizarle para nuestros propios fines.
Educar con amor es vernos reflejados a nosotros/as mismos/as en el infante y recordar aquellos tiempos en los que deseábamos con profundo anhelo un beso, una caricia, un abrazo, una aprobación... un te quiero.
(Enrique, junio 2011)
Comentarios
Publicar un comentario